POR UNA HUMANIZACIÓN SOLIDARIA DE LA NATURALEZA. UNA VISIÓN DESDE CUBA

Resumen

Al abordar la temática el autor desea expresar la importancia de una fundamentación que parte de un marco de reflexión propia, basado en el personalismo ontológicamente fundado y su relación biunívoca con la naturaleza. El análisis posee como punto de partida la preocupación por la supervivencia de la naturaleza y la población que la compone. Subraya la importancia de que el análisis parte de una realidad interior que, en el marco de la racionalidad, permite que se desarrolle un discurrir intelectivo que es lo que hace posible la acción moral de la persona humana. La realidad biunívoca de lo humano y la extrínseca, llamada naturaleza, se han convertido en un reto que amenaza atentar no solo el hábitat, sino los organismos vivos que habitan nuestro planeta. Lo mencionado propicia que nos encontremos en una doble crisis: la ecológica y la antropológica. Expone además dos argumentos que influyen en lo expresado, estos son: la razón económica y la razón política. La primera ocurre muy frecuentemente por la desmedida ambición de poseer. La segunda por la ausencia de coherencia de políticas
públicas que posibiliten un orden jurídico más justo, pero también más equitativo. Lo mencionado pone en crisis civilizatoria lo que llama “la convivencia humana” no solo del hombre con el mismo, sino también del hombre con la naturaleza. Lo mencionado la califica como “una ausencia de humanización solidaria con la Naturaleza”.
Resalta además tres aspectos que juzga esenciales, los cuales menciona: la globalización, la tecnificación convertida ahora en tecnocracia y la casi total ausencia de una autentica comprensión moral de la realidad personal, a la cual llama “cosificación de la persona”. Todo lo cual nos degrada y nos conduce a un estado de indefensión moral que nos lastra y nos impide progresar por el camino del bien. La misma Bioética como paradigma civilizatorio expresa una preocupación por el entorno. Se hace
por tanto necesario indagar para encontrar una autentica razón ético-moral que nos redima, de manera que podamos hablar de una autentica “humanización solidaria de la Naturaleza”, la cual se rescata y actualiza mediante el concepto de persona. Considera además que lo expresado se podrá lograr, si luchamos por cultivar en nuestro medio ambiente, dos nuevos principios que son los de la promoción de una cultura de la Responsabilidad Solidaria y el de la Esperanza Creativa.